jueves, 19 de junio de 2008

Mitología


Sátira mordaz de recuerdos embriagadores, amante de los sueños perdidos y cuna de la mañana que nunca llega, aspirante a nada y todo, así es, pues, nuestra esperanza.

Melancolía y furia del ser por la impotencia susurrada, como peso voluminoso, puesto sobre los hombres que sin gravedad carga los hombros y las lágrimas en la nostalgia del tiempo del olvido que ahora llega a tí como una brisa lejana y sin vida para hacerte frente en la batalla del todo en la vida que no pasa una vez sino más y a veces te deja exhausto y rendido a sus pies de gran egolatría y gran impunidad, en esta marcha sobre el destino del curso de los ríos que ahora convergen en las vidas que anónimas antes fueron, susurras sobre el enemigo llantos de su victoria, mas no se ha de luchar contra él, pues te va a vencer antes o después. Cansada vienes a mí como guerrera valkiria en la batalla del Ragnarok y yo tu Odín fuera, como consuelo a tu llanto te dejaré descargar un último aliento entre violonchelos que claman las valías y desesperanzas de tu lucha interna.

[termino el comentario aquí]

Y así como tu poesía muestra tu valiosa alma que ha caido entre las tormentas del desamparo de la soledad quiero que tomes mi mano, la poses en tu pecho y te vuelvas a hacer esta pregunta: ¿Compatirás tu soledad conmigo? Tu respuesta rehuye del miedo al sufrimiento que se encierra masoquista en tu corazón y no deja salir de su cautiverio a tu ser, por miedo. Tu cuerpo sutilmente muestra tus ansias de escapar en sueños en los que escapas de tu cuerpo volviendo a querer liberación, no obstante y para tu frustración, sólo fue un sueño, un momento fugaz y corto que cuando llega el alba se rompe y entrecorta por la llamada a la vida. Y será que la vida está hecha para ambas cosas, para que al canto de sirena de un sueño profundo que llama sobre tu lecho te brinde una nueva ilusión, y la vida te despoje de él con extrema crueldad, pero jamás te despojará de tí misma, no te sublimes. Revélate contra la opresión que rompe tu alma en el silencioso paso de tu ruta por la senda del bosque al atardecer, iluminando el camino con tu presencia.

miércoles, 18 de junio de 2008

Escritos en Sangre

Millones de ideas rondan en mi cabeza sin saber plasmarlas, en alma en carne, en un papel sin vida. Necesito agrupar mis pensamientos para dejar fluirlos a través de la tinta de este estilógrafo que sostengo entre mis dedos en busca del delirio y la soltura que producen las esperiencias contadas a través de ese incesante ruido que se produce en mi memoria, clamando días, fechas y horas, mas no hayo la tranquilidad que sólo tus brazos cuando me dejo atrapar por aquel perfume siniestro y maravilloso que es tu esencia.
En esos momentos el tiempo clama una pauta que oculta bajo la incesante manta de espacio que hay entre tú y yo.
Incapaces de fusionarnos para dejarnos llevar por las especias que ahora llegar hasta mis sentidos en busca de reacción.
Quiero hablar de tí, de esa calma del alma que me produce cuando miro a tus ojos, mi musa de inminente belleza, quiero atraparte con mis torpes brazos que no pueden encontrar la paz en otro ser más que en tí.

Pero tu escapas, tu rehuyes de mí por miedo al daño de lo que podría y no puede ser. Necesito verte para saber que buscas, sólo contigo puedo subir al paraiso de este mundo terrenal para sólo encontrarme a tu presencia en un pedestal emanando fluidos de amor y de Luz. Sueño con el día en que pueda sentirte con esto clavado sin dolor, en piel grabado, con dolor marcado, cuando no estás.

Estos pensamientos incoherentes se mezclan con un sentimiento que amo y odio a la vez. Cuando estoy junto a tí, ésto se transforma en el néctar que dan a beber a los dioses. Hidromiel de tus dedos que muestran que el tiempo y las temperaturas extremas marcan un antes y un después, pregunto para mí cómo pudo ser.

La media noche con su luna llena llama a presencia de su diosa, una piedra preciosa que me otorgó y de caracter femenino su color pálido me llamó la atención. Una dificil decisión, aceptar un presente de la diosa que conocí aquel mismo día que tan corto fue y en estancia con ella me dejó embriagado por el agua que nacía de su cabello hasta la tierra, que mi princesa, logró darme para mí.

Y desde ese día ligada a mí, la conexión que con el pesar de mi corazon se formó, a la diana de mí ser atino, en el centro de la perfección de su ser, se que hay algo más de lo que muestra para ver, pues la lluvia con la que me dio su bendición, es para mí el agua que sana todas las heridas.

Sirena que corrió por todos los mares, haz que paren estas lágrimas que asolan la soledad de mi ser, y por piedad pueda consolar mi llanto que corre por la senda dejando un rastro de sangre.

El oro del que estás hecha ciega y muestra la impureza de este cuerpo que no puede más que servirte. Maestra del silencio, que con tu brujería hechizas al más incauto, déjame que más de un esclavo sea.

Con mi torpeza, que no deja más que mostrar las diferencias entre tú y yo, permíteme alcanzar esa meta con la que ansío. Y con estas palabras me despido para que seas siempre la reina de mis sueños, la que domine todas mis sendas y la que muestres la luz en mi camino y has sabido inspirarme, oh musa del saber, haz que con este final seye nuestro pesar y disfrutemos del alba al amanecer de esta fría noche que es, sin tí, la cruel y asesina ladrona de mi alegría y la quimera en mi soledad.

martes, 17 de junio de 2008

Historia

Interminables libros sobre conocimientos pasados se arrastran suplicantes en la esquina de una vieja habitación olvidada en los recodos de la memoria en absoluto silencio, moldeados por el polvo y el lejano paso del tiempo que vuelve amarillentas las páginas de los libros con relieves de inquebrantables historias sobre pasiones ocultas, prohibidas; historias de grandes batallas y reyes a los que le pesaba la corona más que el trono. Todo ello se reunía en aquella inmensa biblioteca escondida en lo más profundo del saber.

Un libro en especial escondido, y sin tapa, narraba lo que más tarde tendría, y curioso significado, aquel grueso volumen de conocimiento parecía emerger de la nada sin haber sido tocado jamás por ningún otro, salvo por la cosa que escribio semejante.

Y era yo el que de entre tinieblas y en el silencio de los muertos suplicantes de esperanzas confusas nací al amanecer extraño del tiempo. Al revés que funcionaba, el reloj de antaño ahora marcaba las manecillas al contrario, pues cuando emergí de entre las tinieblas no amanecí, seguí buscando y batallando en el borde la sombra y la cegante luz, y tal como en el crepúsculo del atardecer narro, un pensamiento más que caera en la mentira del pensamiento colectivo hacia algo más que un descuido que nadie ni nada podrá rescatar de la perdición.

No es ni más ni menos que algo que no se puede transmitir con palabras sino con el propio destino. Hablo en terminos incomprensibles, palabras ininteligibles, burla de la sociedad que obliga al desidio de una sociedad que odia al erudito y al ignorante.

Imponente contemplo en abismo del vacío del Ser que se alza sobre mí.

En este camino plagado de pesar, avanzo tomando consciencia a cada paso, espejismos se muestran por un pasaje que cada vez es más tortuoso que te hace aprender y desear morir.

Las puertas a la Eternidad se abren una vez más para dar a conocer su gran misterio y su secreto. En este momento te necesito a mi lado, acompáñame a explorar estos recónditos lugares alejados de toda existencia.

jueves, 5 de junio de 2008

Un gato que contempla la Luna

Dedicado a Noelia, por y para petición explicita suya.

No tiene explicación por qué nos sentimos tan atraidos por el encanto de las noches de plenilunio. Miramos embobados esperando un signo, sabemos que es especial y nos gusta transmitirlo por medio de emociones y sensaciones que nos invaden como un amanecer pero en medio de la ocuridad.

Me gustaría que sintieras esto que escribo hoy, esa magia que tú me transmites, ahora baila, baila con el fervor del fuego de la pasión de un nuevo romance, la ilusión de la eternidad onírica, esa energía sin freno que fluye entre nosotros como si fuesemos la misma alma. Tal vez me pueda tomar muchas libertades contigo, mas aseguro no perjudicarte en ningun momento, en este momento de paz, brindemos a la Luz, busquemos en nuestro interior esa conexión que nos ha unido a tí y a mí por los brazos del sino de los tiempos. La tristeza que ansiabas tú, como muestra de mi fidelidad quedó en el pasado, ahora sólo cabe en mí la sensación de que te tengo a tí, como amiga, para el resto de nuestras posteriores vidas.

Eras tú la que conocí y no pude dejar en ningún momento, que nuestra amistad que aún perdura, se pierda. Nuestros pactos de unión se hablan en el Secreto del firmamento que me brindas a diario. No te vayas ... no me dejes, mírate a tí y dime qué ves. Verás a la hechicera que tiene a mi libertad presa bajo sus barrotes de fuego, acomodada en lo más profundo del calabozo de la siembra, pues ella es El Colgado que se deja, y mantiene el contacto con la divinidad.

A ti, cuyos ojos me irradian la esencia de una nueva presencia que ilumina mi camino, tuyo siempre atentisimo ... crepusculo del atardecer.