Has caido en mis brazos, la dulce velada se torna a su fin, la dulce caricia de confianza que depositastes en mi ahora esta marcando tu rostro. Mientras observo como te estremeces, tu cuerpo aumenta de temperatura.
Una agradable cena que empezo con unas copas y una deliciosa comida. Tu apetito y tu educacion no llegaban a un acuerdo pues yo no probaba el plato que sin embargo ante mi permanecia.
No tengo apetito esta noche - menti una vez mas - por favor empieza o se congelara con el frio de esta noche, ¿no te resulta agradable la estancia conmigo?
Aun con mi insistencia por que probaras un bocado no accedistes.
Pobre necia - pense para mi.
Ahora dulces caricias circulantes, conversaciones que rozaban lo prohibido, juegos sobre su cuerpo deleitandose al notar mis labios casi rozar los suyos. Su respiracion aumento hasta el punto de hacerse de incansable sonoridad.
Lamentablemente, no recibiras lo que esperas de mi - susurre al oido.
...
Yaciente y postrada en el suelo con los ojos desorbitados en un ultimo exalo lo que en esencia pretendia escuchar: "¿Quien eres tu?.
Aquella pureza que otorgaba la vida se escapo de su cuerpo resplandeciendo en una ultima lagrima nacida desde las marcas de su cuello, terso, blanquecino, concediendole un viaje. Sin retorno.
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