jueves, 27 de noviembre de 2008

Tu que con agua lavas tu piel comparte el vapor de tu cuerpo mortal

En esas dos mejillas encendidas al calor del agua ardiendo y el cambio de temperatura deja tu piel desnuda en la tersitura de una piel moldeada por una capa invisible de esfuerzo y superacion.

Que quede bien marcado en tu desnudez de mujer pues sabes y siempre sabras que marcado llevas el fruto de nuestra amistad, una señal inborrable que por el resto de nuestra inmortalidad prevalecera en lo mas profundo de nuestra condicion espiritual.

Tu me alimentas con tu ser de rocio que desde tu lengua invade como una plaga la caricia de tu boca ensangrentada.

La noche esta al caer, las velas ya no iluminan mi piel, el color de una vitalidad perdida y aquejada de una recompensa que en libertad me otorgo una vez dicho ser. La sed se propaga hasta la cornisa de mi boca ansiosa de ser bendecida con un poco de su licor de eternidad.

Acercate, acercate pobre ganado, simple humano que te dejas ver sin saber que hoy es tu final ...

Escucha mi cantico redentor de himnos de liberacion ...

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