lunes, 7 de julio de 2008

Violonchelo


Cuando el arco sostengo el tiempo desaparece, creo que soy capaz de transmitir todos mis sentimientos. Con el, puedo hacer que la gente se ponga triste y que se asombren por su poder. Su sonido al pulsarlo es bastante agradable ... se trata de mi viejo violonchelo.

Antiguo compañero de llantos, comprendo tu alma cuando retumban tus cuerdas en mi cuerpo, eramos fieles amigos que se encuentran ocasionalmente a la medianoche para conciliar un sueño que pocas veces llegaba. Tus graves mantras inducian a un estado de trance inducido por la vibracion de todo tu ser. Melodias lentas y nostalgicas de pasados escritores que antes que yo, entendieron tu sensible estancia que hace que una vez mas, seamos tu y yo, rememorando y aclamando antiguas tragedias que ahora estan placientes en el descanso de nuestra mente.

Oh dulce melodias sonaban cuando tus cuerdas eran frotadas por la espada de mi arco, siempre firme, sin miedo, y abrazando cada centimetro de tu mastil la experiencia erotica de tus sinuosas efes por donde, como bocas, expulsaban el ruido mas dulce de un llanto placentero que continua hasta morir al final de la obra, mitad del teatro. Y como una tragicomedia griega, este instrumento comico por su peso pero tragico por su melodia es capaz de llevar al extasis del paraiso a la criatura mas grotesca.

Derriba toda esas barreras, fiel amante de ilusiones confusas, muros que vuelven frio, y saca al corazon de su gelidez de tempano afilado. Oh dulce cello, toca suave y melodioso en nuestra soledad para desentrañar el pesar de esta noche que muere lentamente a la lejania del nuevo dia. Amaneceres lejanos que muestran con sordidez, la locura de que esta noche estemos juntos, acompañando al manto de sueño y conmoviendo al mismisimo coro de angeles que hacen su visita oportuna tras la actuacion y el silencio antes de la siguiente pieza cuando solo queda en el paladar el sabor amargo de la sorpresa con la nostalgia y la melancolia formada por muchos corazones juntos en una sala, todos al unisono, hasta que se rompe en aplausos.

La melodia que nuestra vida acompaña, unica y bohemia, mientras sigues danzando ritmica y acompasadamente en el embrujo de un perfume que cuando acabe, en medio de la dulce ambrosia que corre por nuestras venas, para morir al final de la pieza que deja exausto a este servidor y acompañante en el limite como un punto y final de un cuento interminable que sabes que renacera.

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