Rueda ferviente la mirada de inocencia sobre el cristal resplandeciente de tu vida, si tu y no mas. Calma tus ausencias, dejate llevar por el delirio de mis cuerdas, ambos sabemos que lo anhelas y lo ansias.
Dulce melodia placentera de sensaciones amansantes hasta el profundo adormecimiento en que empiezas a ver la vida de otro modo, distinto. Empiezas a percibirlo, empiezas a sentirlo. No te dejas llevar, intentas impedirlo. El miedo frena tus impulsos sin sentido.
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